miércoles, 1 de febrero de 2017

Josep Guardiola: El soldado español

Pep Guardiola. El soldado hispano.



Pep Guardiola fue un guerrero de Hispania, aunque ahora saque a relucir su nacionalismo catalán, lo que es algo bueno, dicho sea de paso, al igual que es bueno, las alegrías que obtuvo con la Selección Española de Fútbol, donde como internacional, pudo competir contra los mejores equipos a nivel mundial. La zamarra roja pudo contar con uno de los mejores mediocentros nacionales de la historia, y Pep, orgulloso, la defendió con todo su potencial y su genialidad, siendo un gran compañero de madridistas como Hierro o Raúl, estando a las órdenes de símbolos del equipo merengue como José Antonio Camacho.

Pep Guardiola defendió los colores de España en 47 ocasiones, marcando 5 goles. Logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1992, participó en el Mundial de 1994, jugando contra Alemania y contra Bolivia, marcando de penalti. Pero el inepto de Javier Clemente, no lo alienaría ni en octavos contra Suiza ni en cuartos contra Italia. 

Clemente, el mayor crimen que ha habido al frente del equipo español, puso en Cuartos de Final a Rafael Alkorta como mediocentro, y dejó en el banquillo a Pep: más patán no se puede ser. Ni siquiera lo sacó en la segunda parte, lo que habría provocado que España habría tenido más posesión, y se habrían evitado las contras de Italia, como la que propició el gol de Roberto Baggio, a pase de Signori. Además, de que la calidad técnica de Pep, tan superior a la de Alkorta, habría podido filtrar pases más precisos a la zona de ataque, al tiempo, que hubiera oxigenado mucho mejor al equipo usando las bandas.

En 1996, el indigente intelectual de Clemente dejó fuera de la convocatoria a Guardiola: memo supino. 

Así, entre 1996 y 1997, con Guardiola en el campo, España hizo unos partidos espectaculares, mientras sellaba su participación al Mundial de 1998. Él era el gran cerebro, el mediocampista más virtuoso de toda la nación. Guardiola no sólo dirigía, sacaba las jugadas a balón parado con una calidad increíble; su elegancia era única; cohesionaba al equipo: daba consistencia a todas las estructuras de línea del equipo, sus pases embriagaban; no se perdía nunca la posesión de la pelota. Pero en 1998, se lesionó, y no pudo asistir al Mundial de 1998, de Francia, por lesión.

Tras el fracaso de Clemente en el Mundial de 1998 y la derrota contra Chipre, en la clasificación para la Eurocopa 2000, el vasco se fue a su casa, y llegó un hombre nervudo, de agallas, con los ojos guerreros en las entrañas y el espíritu de lucha sostenido por las garras del sacrificio constante: José Antonio Camacho. El nuevo seleccionador lo tuvo claro, Guardiola, era el mejor mediocentro español, y le dio la batuta de su equipo, que junto con Raúl González, pilotaban a la selección.

La clasificación para la Eurocopa 2000 dejó partidazos como el 9-0 a Austria, o el 8-0 a Chipre. Guardiola fue siempre la computadora española. Con él en las filas, se ganó a Italia, 2-0, en un amistoso previo a la Eurocopa 2000: equipo que llegaría a la final y perdería contra Francia. Además, se empató 0-0 contra Brasil, en un amistoso en el que España fue mejor que la amarilla.

Asimismo, la Eurocopa 2000 nos dejó uno de los grandes momentos de la historia. Alfonso Pérez, anotó el gol que daría la clasificación a Cuartos de Final contra la Yugoslavia de Mijatovic, a diez voces de segundo del final, tras un pase que colgaría Pep, desde 40 metros de distancia; en una pelota que tuvo que recaudar desde campo español, con todos los jugadores de ambos equipos metidos en el área serbia. Cuando la pelota entró dentro se desató el delirio, y Guardiola, con ese carácter duro, explosionó su furia abrazándose a Camacho, en un achuchón único. 

Pep fue nombrado el mejor jugador del encuentro, y es que, aparte de poner el pase decisivo, todos los balones pasaron por él. Organizó con precisión y siempre iluminó con su inteligencia, manteniendo la posesión hispana cuando la roja estaba presionada por la rolliza Yugoslavia. 

En Cuartos de Final, Guardiola fue el referente de España, pero, Francia fue mejor. La mala suerte nos eliminaría, con el penalti de Raúl fallado en el minuto 89, que nos llevaba a la prórroga.

El catalán se enfrentó a Zidane. Una pugna de dos mediocentros lujosos que estaban al borde de la extinción. Zizou realizó unas diagonales en las que Pep no pudo pararle, marcó uno de los goles de Francia, de falta, y demostró por qué era el mejor jugador del mundo. Pep no tenía la calidad de Zidane. No poseía esa facultad para regatear y materializar, aunque, con la batuta en los fanales lanzó un córner perfecto que Abelardo remató, con Barthez ya vencido, pero la muralla de Desailly impidió el gol. 

A pesar de esto, el 4 recuperó muchos balones, ofreció cohesión a la roja, e incluso, de sus botas nació una jugada que terminaría con Raúl González picando una vaselina que sacó con la punta de los dedos Barthez, y no entró de milagro. España perdió pero dando la cara, y capitaneada por el mediocentro más inteligente de Europa: Pep Guardiola.

Cuando Pep se marcho del Barça, buscaba equipo, y Camacho le dejó fuera de la selección. Pero, en 2001, en la temporada 2001/2002, la del Mundial de 2002, de Korea y Japón, Guardiola aceptó el contrato del Brescia italiano, un equipo modesto, y ello fue suficiente para que volviera a la selección, en un amistoso contra México; un partido embarrado donde Pep apenas pudo intervenir, realizando un disparo que se marchó a la grada, subrayando el hecho, del mal estado del césped del nuevo estadio de Huelva, ya que se estrenaba campo de fútbol.

Pero, tras su positivo por nandrolona en el Brescia, en 2001, fue suspendido, y tras volver a los terrenos de juego, sufrió una distensión del ligamento colateral interno de la rodilla, que recibió del jugador de la Juventus, Edgar Davids, y que le impidió poder disputar el Mundial 2002. Y Camacho, sabio, convocó a su discípulo, su educando, Xavi Hernández, a quien no le tembló el pulso cuando lanzó el penalti contra Korea, en los Cuartos de Final, llevando la pelota a la escuadra, aunque, lamentablemente, Joaquín Sánchez, falló, y a casa nos fuimos.

Guardiola no volvió a vestirse con la roja. Iñaki Sáez, en 2002, cuando Pep había fichado por la Roma de Fabio Capello, lo dejó claro: "Ha sido un gran jugador y lo es. En España creo que tenemos jugadores que pueden realizar el mismo trabajo y que son jóvenes. Estamos utilizando a su sucesor en el Barcelona, Xavi, y vamos a confiar en él". 

Esto refleja que, Josep Guardiola, dejó su legado balompédico a Xavi Hernández, un jugador muy superior a Pep, por su capacidad ejecutora de ataque, su regate, y su remate a portería. Con Xavi ganamos un mundial (el del 2010, de Sudáfrica); y dos eurocopas (la de 2008, de Austria y Suiza. Y la de 2012, de Polonia y Ucrania). Xavi, siempre rubricó la inteligencia guardiolana en el campo. Dos hombres nacidos con una visión de juego inigualable: los dos mejores mediocampistas de la historia futbolística de España.


Este vídeo muestra el gol de Guardiola contra Bolivia en el Mundial de 1994 de EE UU. España pasó a los Octavos de Final.

Este vídeo muestra el partidazo de Guardiola frente a Yugoslavia, en 1996, en el partido de clasificación para el Mundial de 1998. España ganó 2 a 0. Pep fue el hombre del partido: marcó de penalti, y dio una asistencia, desde 30 metros de distancia, a Raúl González, que marcaría, entonces, su primer gol como internacional.

Pep Guardiola, el cerebro, es el centro de operaciones del combinado español que dirige el murciano José Antonio Camacho. En este vídeo, marca de penalti frente a Suecia, en un partido amistoso previo a la Eurocopa 2000.

Los guiñoles de Canal Plus reflejan a la selección española, en su camino hacia el Mundial de 2002, de Korea y Japón. El equipo hispano conducido por Camacho, de la mano de Raúl y de Guardiola, sus pilones.


Secuencia de imágenes que repasan la trayectoria de Pep Guardiola en la Selección Española:


Guardiola con España en los Juegos Olímpicos de 1992, de Barcelona. España se haría con el oro, gracias, en parte, al joven catalán.

Guardiola y Clemente se saludan en una convocatoria.

Guardiola da órdenes en el Mundial 1994. En el partido contra Bolivia que España ganaría 3-1 con un gol suyo, de penalti.

Pep persigue a Sammer en el Mundial 1994 de EE UU.

¿A pase de quién fue el primer gol que Raúl González marcó con la selección española? Del gran Pep Guardiola. España ganó 2-0 a Yugoslavia, en 1996, en un partido de clasificación para el Mundial de 1998, al que Pep no iría por lesión. Guardiola dedicó el triunfo al jugador español, al nacional.

Guardiola y Raúl (1999), en el memorable partido de clasificación para la Eurocopa 2000, que terminaría con el resultado de 9-0 contra Austria. La furia de Guardiola se detona cuando en una jugada que Pep inicia, con un pase, en el que gira su cuerpo, engañando a la defensa de Austria, pronuncia un toque suave que llega a Raúl González, y éste, hace la pared con Urzáiz, y termina batiendo al portero austríaco. Era el minuto 5 de partido.

 Guardiola fue siempre el referente para Camacho, desde que el murciano llegó a la selección en 1998, hasta 2001. Fue su valor mediocampista más virtuoso. Fue el gran líder en la Eurocopa 2000, pero no pudo jugar el Mundial de 2002, por lesión. Clemente se dio cuenta de su error, al no convocarle para la Eurocopa 1996, y cuando quiso contar con él, para el Mundial de 1998, estaba lesionado. España no tenía un cerebro, y cayó, en la Primera Ronda del Mundial de Francia de 1998. Fataba Pep. Aunque Guardiola sí jugó el Mundial de 1994, con Clemente en la banca, el de EE UU, pero el incompetente de Clemente, le dejó en la suplencia en Cuartos de Final, frente a Italia, donde España quedó eliminada, en parte, por el inútil de Javier Clemente: Dejó a Guardiola en el banquillo para poner en su lugar a Rafael Alkorta, un defensa central que no tenía ninguna cualidad de mediocentro: ¡Menudo patán!


Guardiola junto a su amigo Luis Enrique, en un partido amistoso de la selección rumbo a la Eurocopa 2000. Un interior que se nutre de un mediocentro: la sinergia de dos talentosos.

Guardiola celebra un gol de Alfonso Pérez en la clasificación para la Eurocopa 2000.

Guardiola era siempre el mediocentro de referencia en el combinado español. Pep tenía un sentido trinitario: la capacidad técnica con ambos pies, la inteligencia de un superdotado: un segundo antes de recibir el esférico, ya sabía a qué compañero pasar, y además, tenía la elegancia de un bailarín de salón. Nadie tenía la capacidad de poner las pelotas a balón parado como Guardiola. Sus centros provocaban pánico en las defensas rivales.

Pep fue la imagen para el Fifa 2000. En toda Europa se valoraba al mediocentro comunitario más inteligente. En la carátula se observa su estilo: con una cara de temple que se une en sinergia con una mano izquierda que parece pedir calma, flexionada, con las falanges separadas, y el brazo derecho extendido. Es la posición del sabio oriental que busca la mejor opción en la cuadrícula de la cancha, que es, el escenario de la lucha. Su estilo unigético se plasma a la perfección en esta imagen corporativa.

Guardiola es la manija de España, en la victoria frente a Italia, en un amistoso previo a la Eurocopa 2000.

Pep Guardiola, el filósofo del fútbol del toque y la posesión, meditabundo en un entrenamiento de la selección.

Guardiola, que marcaría de penalti, en el amistoso antes de la Eurocopa (España 1-1 Suecia) junto al joven Iker Casillas, tercer portero convocado a las órdenes de Camacho, para la Eurocopa 2000, quien sería, tras la marcha de Raúl González, el símbolo del madridismo.

Un pase de Guardiola en la Eurocopa 2000. Con el estilo de un guerrero que baila danza clásica, un pase de Guardiola suponía un deleite para los sentidos.

Guardiola mira a Paco Jémez en el España 0-1 Noruega, en el primer partido de la Eurocopa 2000. Una decepción.

Pep Guardiola junto a sus diez compañeros nacionales en el segundo partido de grupo. El resultado fue: España 2-1 Eslovenia (Eurocopa 2000). España seguía viva en la competición.

Guardiola, agerrido, luchando por el combinado nacional español contra Eslovenia en la Eurocopa 2000. España ganaría 2-1; Pep, fue el motor de Hispania.

Guardiola fue el cerebro de la selección española, en la Eurocopa 2000, a las órdenes de Camacho. Líder nato, siempre tuvo aliento para dirigir. Su carácter dentro y fuera de la cancha electrizaba a sus compañeros hacia la victoria. Su gen ganador se propagaba en el inconsciente de todos.

Pep Guardiola, embrutecido por su yo iracundo, explosiona de alegría, por el gol de Raúl a Eslovenia, en el segundo partido de grupo, de la Eurocopa 2000.

Guardiola celebra el golazo de Munitis contra Yugoslavia. Besó al cántabro. Era un jugador mimoso y cercano con sus compañeros de lucha. (España 4-3 Yugoslavia; Eurocopa 2000)

Guardiola, en estado de delirio, tras el gol de Alfonso contra Yugoslavia (España 4-3 Yugoslavia), que daba el pase a Cuartos de Final, de la Eurocopa 2000, tras haberse abrazado, eufórico, con Camacho, se lanza, extático, con todos sus compañeros. El colocó el pase que Urzáiz cedería a Alfonso Pérez para anotar el gol agónico. Guardiola, soldado español, jamás se rindió, y puso ese pase, con la elegancia de un danzarín, pero, sobre todo, gracias a la enseñanza de su seleccionador, Camacho, el hombre de hierro que siempre expresó, que había que luchar hasta el último segundo.

Guardiola y su íntimo amigo Raúl González celebran el pase a Cuartos de Final de la Eurocopa 2000 tras la remontada histórica frente a Yugoslavia (España 4-3 Yugoslavia).

Guardiola, Raúl y Sergi Barjuan en la Eurocopa 2000, se felicitan.

Guardiola conversa con Collina, el mejor árbitro del planeta, de entonces, junto a Zidane, tratando de parar al mejor jugador del mundo en los Cuartos de Final de la Eurocopa 2000, de Bélgica y Holanda.

Guardiola no puede paralizar el centro de Zizou.

Guardiola es amonestado por Collina, por sus protestas, en el España-Francia de la Eurocopa 2000. Guardiola reciminó a Collina numerosas acciones como un balón que retuvo Barthez, portero galo, al aquejarse de un golpe, y Pep, replicó, que debía haber lanzado el balón fuera.

Guardiola y Zidane. El hombre hispano, sin camiseta interior, muestra su pecho peludo; el francés, con camiseta interior muestra al otro hombre. Zidane marcó un golazo de falta, brilló y logró la victoria sobre la roja (España 1-2 Francia); Pep no pudo ser protagonista, a pesar, de su buen partido. Ordenó, recuperó esféricos y vertebró a su equipo pero, no pudo ser decisivo.

Guardiola se enzarza con Henry, quien sería después su discípulo en el Barça, en un amistoso jugado en el año 2001, en Mestalla, en el que España ganaría 2-1 a Francia, tras la eliminación de los galos en la Eurocopa 2000. Era la revancha, y el partido terminó con el mismo marcador. Guardiola, abrazó a Morientes con ardentía, y dio sus clásicas palmadas en la faz, a Helguera: los autores de los goles hispanos. Pep llevó la batuta, con un ojo y medio vigilando a Zizou, a quien frenó.

Guardiola, capitán del Barça, recibe el beso del capitán del Real Madrid, Fernando Hierro, tras marcar, en un partido de clasificación para el Mundial 2002, de Korea y Japón. (España 5:0 Liechtenstein)

Guardiola junto a Raúl, en el año 2001, en su último partido como jugador nacional, en un amistoso contra México (España 1-0 México), enfilando el Mundial 2002, de Korea y Japón, con la camiseta que España luciría en el campeonato mundial, y que Guardiola, no disputaría por lesión. Xavi Hernández, su alumno, le reemplazó. Camacho tenía claro que la savia guardiolana era clave, para España, y para ganar.



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